Haciendo que yo pueda salir de este presidio; pero con la cara descubierta, como la llevan las mujeres honradas Con lo cual consigue Gedeón dos cosas: que Solita, por buscada, gane, por esta vez, no poco ascendiente sobre él; y que él, al advertirlo, hechas las paces, salga de casa de Solita arrepentido y melancólico Fuera de aquello, nada desea ni le distrae Para los hombres como Gedeón, el arte no tiene bellezas, ni la naturaleza aromas, luz, ecos, armonías ni colores; la misma impresión les causa el nubarrón que oscurece el horizonte, que los arreboles de una aurora; lo mismo hiere sus oídos la inspirada melodía, que el chirrido de las carretas; la propia aversión tienen a la prosa de Cervantes, que a las copias de Calaínos. En un estado idéntico de espíritu y de cuerpo retorna Gedeón a su casa, cabizbajo y perezoso, a las altas horas de una noche. Que toda esta carga le pese y le preocupe, se concibe sin dificultad. Y como no tiene sueño, quiere dedicar una hora, antes de acostarse, a despachar algunos asuntos económicos que tiene desarreglados. Al dar por terminada su tarea, oye a su lado quejidos lastimeros. Vuélvese, y ve a Adonis que se revuelca en su colchón, y tan pronto se pone panza arriba como cabeza abajo.
Empero saber si le gustas a algún puede convertirse en una tarea complicada. Normalmente se trata de una andoba que a ti te gusta, e intentas entender los datos a tu disposición para valorar tus posibilidades. En ocasiones, no sientes ninguna atracción empero aun así quieres saber cuales son las intenciones de la otra andoba. Tienes muchos indicios para contestar tus dudas.
Lo sé por experiencia. De hecho, quiero empezar pidiendo disculpas a todas las mujeres a las que he amante, empezando, cómo no, por mi compañera de viaje. En el momento en que escribo estas líneas llevamos quince años de noviazgo. Si bien me ha costado muchísimo sufrimiento comprender que yo soy el verdadero amor de mi vida, ella se encuentra en un destacado segundo lugar.
